Tres seminaristas serán ordenados al diaconado

La cúpula de la Catedral del Sagrado Corazon en Richmond. (Foto/Office of Communications)

Los seminaristas Andrew Clark, Samuel Hill, y Matthew Kelly serán ordenados al diaconado por el obispo Barry C. Knestout el 18 de mayo en la Catedral del Sagrado Corazón en Richmond. Favor de rezar por nuestros seminaristas y su discernimiento a la vocación sacerdotal.

 

Andrew Clark

Para algunos sacerdotes, incluso algunos Padres de la Iglesia como San Agustín, la respuesta a la vocación sacerdotal ocurre tarde en la vida.

El seminarista Andrew Clark, por lo contrario, respondió a su vocación a la edad de siete años.

“Fue casi dos o tres domingos después de recibir la Sagrada Comunión por primera vez,” él recontó. “En ese momento, no sabía cómo verbalizar lo que experimenté, pero sabía con certitud que el Señor me estaba llamando al sacerdocio.”

El seminarista Andrew Clark

En aquel tiempo vivía en Nápoles, Italia, donde su padre estaba estacionado con las fuerzas armadas estadounidenses. Al ver al capellán durante la misa, el seminarista Clark dijo que se sentía maravillado por lo que él hacía. Después de la consagración, lo que quedó en su memoria es el momento de la elevación de la Hostia.

“Me recuerdo de la capilla, pero lo que me acuerdo específicamente fue ese momento de la liturgia cuando fui totalmente cautivado por la Hostia,” él dijo. “Me quedé absolutamente enfocado en la Hostia y sentí una gran sensación en el corazón.”

“Fue una experiencia sobrenatural,” él dijo. “Es como que cada luz de mi universo se encendió.”

Al ser adulto, el seminarista Clark dijo que experimentó momentos diferentes en su vocación, pero en lo más profundo de su ser, su deseo de ser sacerdote nunca desvaneció. Después de graduarse de Tallwood High School en Virginia Beach en 2016, ingresó al seminario de St. John Paul II en Washington, D.C.

Después de su ordenación al diaconado, tendrá su último año de formación en Catholic University of America. Él fue asignado a la parroquia de St. Jerome en Newport News para su año pastoral.

El seminarista Clark le gusta andar de excursión, estar en la naturaleza, y estudiar filosofía. Dice que el Libro de Judit es uno de sus libros favoritos en la Biblia, y tiene una copia de la pintura de “Judit y Holofernes” por Caravaggio en su apartamento.

“Es una lectura excelente. La parte que habla sobre la decapitación de Holofernes es emocionante,” él dijo. “Aparte de los méritos literarios – cuales son excepcionales – es una historia bonita sobre la Divina Providencia.”

 

Sam Hill

Desde la ventana de su vivienda en Roma, el seminarista Sam Hill puede ver la cúpula de la Basílica de San Pedro.

El seminarista Hill es un estudiante de la Universidad Pontificia S. Tomas Aquino en Roma. Al verla, él dice que, “Vivir una vida cristiana puede ser emocionante.”

“A dondequiera que va en Roma, se ve presente un santo con una historia interesante sepultado en una iglesia. La comunión de los santos es palpable aquí,” él dijo. “Podemos peregrinar con frecuencia. Para Semana Santa, fui a Sevilla, España.”

El seminarista Sam Hill

Después de su ordenación al diaconado el 18 de mayo, el seminarista Hill regresa a Roma para su último año de formación. Él es originario de Bedford, Virginia, y escuchó por primera vez el llamado al sacerdocio cuando estaba estudiando en Virginia Tech. En ese momento, todavía practicaba la religión metodista.

“Me convertí a la fe católica en la Pascua del 2014,” dijo el seminarista Hill. “Aun cuando todavía estaba aprendiendo la fe, sentí el llamado de servir al Señor y ser pastor de sus ovejas, aunque no lo entendí en ese momento.”

La primera vez que vio un hermano religioso con hábito, quedó impresionado por ese testimonio de fe. Al igual, ahora dice que quiere llevar su cuello romano puesto para indicarle a otros que ha dado su vida totalmente al Señor.

“Al recordar a los apóstoles, todos fueron martirizados, pero también tuvieron la esperanza de que algo bueno vendrá de ese sacrificio,” él dijo. “Es difícil de imaginar a San Pedro, crucificado boca bajo, pensando, ‘He tenido éxito.’ Pero al ser testigo del sacrificio de Jesucristo, él entendió que hay victoria en la cruz.”

El seminarista Hill expresó su admiración por la Orden de los Dominicos y su carisma de predicación. Estableció que los sacerdotes diocesanos viven como testigos consagrados a Dios al igual que los hermanos religiosos, pero en su rol como sacerdote diocesano, tendrá un pie firme en el mundo.

“Un sacerdote diocesano debe de tener una disposición de servir a todos que caminan por las puertas de la Iglesia, sin importar donde están asignados,” él dijo.

 

Matt Kelly

Cuando el seminarista Matt Kelly fue a la Basílica de la Sangre Santa en Bruges, Belgium, sintió la responsabilidad de participar plenamente en la misa. Estaba en Europa visitando con su coro de Christopher Newport University cantando música litúrgica en varias iglesias. Sin embargo, solo el seminarista Kelly y dos otros miembros del coro eran católicos.

Por lo tanto, el seminarista Kelly contestaba en ingles durante la misa en voz baja, aunque la misa era en holandés. Al escuchar la misa en otro idioma, su enfoque se centraba más en el sacrificio de la misa.

“Me ayudó tomar más conciencia de lo que realmente sucede durante la misa: que Jesucristo se entrega a mí,” dijo el seminarista Kelly. “Fue un momento de encuentro con la persona viva de Jesucristo.”

El seminarista Matt Kelly

“Desde este momento, mi oración se convirtió en un intercambio mutuo. Descubrí la posibilidad de escuchar en oración, de conocer a una persona viva, de dar una respuesta a alguien que me habla y me llama.”

Ahora, el seminarista Kelly es un estudiante en el seminario de Mount St. Mary’s en Maryland. Después de su ordenación al diaconado, comenzará su cuarto y último año de formación antes de su ordenación sacerdotal.

Él fue asignado a la parroquia de Our Lady of Lourdes en Henrico para su año pastoral. Allí, utilizó su maestría en música de la universidad de Notre Dame para formar y dirigir un coro infantil. Él tiene especialización en el canto desde la música de la tradición occidental, hasta el jazz, teatro musical, ópera, y música sacra. Él cantó con la ópera de Virginia en una obra por Giacomo Puccini llamada “La fanciulla del West.”

El Domingo de Pascua, cantó la secuencia tradicional “Victimae Paschali” (“Alabanza al cordero pascual”) en latín antes de la proclamación del Evangelio.

Entonces no es casualidad que uno de sus libros favoritos de la Biblia es Cantar de los Cantares. Su verso favorito es: “Tu nombre es como perfume derramado.”

“Nuestro deseo como cristianos es que podamos ofrecer a Dios una vida derramada,” él dijo. “Uno se vacíe para la plenitud de gracia, la plenitud de alabanza, reverencia, y honor a Él.”

 

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