Obispos de EE.UU. instan a orar mientras la Corte Suprema se prepara para escuchar casos sobre píldoras abortivas

El obispo Michael F. Burbidge de Arlington, presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la USCCB, en la Basilica of the National Shrine of the Immaculate Conception en Washington, el 18 de enero, 2024. (OSV News foto/Mihoko Owada, Catholic Standard)

(OSV News) — Mientras la Corte Suprema se prepara para abordar dos casos sobre el acceso a píldoras comúnmente utilizadas para abortos tempranos, los obispos católicos de EE.UU. han emitido un llamado a la oración a nivel nacional para poner fin al aborto y proteger a mujeres y los niños no nacidos.

La invitación fue emitida el 14 de marzo por el arzobispo Timothy P. Broglio de la Arquidiócesis de los Servicios Militares de los Estados Unidos, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, y el obispo Michael F. Burbidge de Arlington, Virginia, presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la USCCB.

La campaña de oración, que busca la intercesión de San José como “Defensor de la vida,” comienza el 25 de marzo, en la víspera del día que la Corte Suprema escuche los argumentos orales para los casos de Food and Drug Administration v. Alliance for Hippocratic Medicine y Danco Laboratories v. Alliance for Hippocratic Medicine. Ambos casos se centran en la droga mifepristona y su amplia disponibilidad.

La fecha de inicio también marca el aniversario de la publicación de la encíclica “Evangelium Vitae” (“El Evangelio de la vida”) del Papa San Juan Pablo II de 1995. La encíclica en sí se publicó en la celebración de ese año de la fiesta de la Anunciación del Señor, que en el año 2024 se celebrará el lunes 8 de abril.

La oración diaria por la campaña está disponible en español e inglés en respectlife.org/prayer-to-st-joseph.

“Pedimos a los católicos que recen esta oración diariamente, desde el 25 de marzo hasta junio, cuando se espera una decisión,” escribieron el arzobispo Broglio y el obispo Burbidge.

Aprobada por primera vez por la FDA en 2000, la mifepristona bloquea la hormona progesterona, que mantiene las condiciones adecuadas en el útero durante el embarazo. El medicamento se combina con misoprostol (inicialmente creado para tratar las úlceras gástricas) como parte de un régimen químico utilizado en más de la mitad de todos los abortos en EE.UU. en 2020.

Más recientemente, también se ha recetado la misma combinación de pastillas a mujeres que sufren un aborto espontáneo en las primeras etapas del embarazo para expulsar del útero cualquier resto fetal y tejido residual del embarazo. El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos actualizó sus protocolos para recomendar una combinación de mifepristona y misoprostol como más eficaz que el misoprostol solo para la atención temprana del aborto espontáneo, según una investigación publicada desde 2018.

El año pasado, los médicos y profesionales médicos representados por la Alianza para la Medicina Hipocrática cuestionaron la aprobación por parte de la FDA de la mifepristona como insegura.

Si bien anuló la solicitud de la alianza en agosto de 2023, la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de EE.UU. revocó los esfuerzos de la FDA para aumentar el acceso al medicamento. No obstante, una suspensión anterior emitida por el tribunal superior del país ha mantenido un amplio acceso a la droga.

Los obispos reconocieron que el próximo caso de la Corte Suprema “no trata de poner fin al aborto químico,” pero aún tiene el potencial de “restaurar las limitaciones que la FDA ha anulado.”

“Cuando se publique una decisión de la Corte Suprema, probablemente en junio, podemos esperar una reacción pública y política similar a la decisión Dobbs que anuló Roe v. Wade,” escribieron.

El 11 de marzo, el obispo Burbidge emitió una declaración expresando “gran dolor” después de que se descubriera el cuerpo de un bebé prematuro en un estanque en Leesburg, Virginia.

El obispo pidió a los fieles que oraran “por la madre del niño y por cualquiera involucrado en este incidente,” y ofreció servicios de entierro al tiempo que destacó los recursos diocesanos para mujeres en embarazos difíciles.

 

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