WASHINGTON (OSV News) — La Conferencia Episcopal de los Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) presentó una demanda el 18 de febrero contra la administración de Trump por suspender los fondos para el reasentamiento de refugiados.
El argumento de la USCCB en la demanda dice que la suspensión es ilegal y perjudica a los refugiados recién llegados e insta al gobierno a restablecer estos fondos para poder continuar proporcionando servicios importantes a los refugiados. El 20 de febrero, el Tribunal del Distrito Trevor McFadden negó la orden de alejamiento temporal que los obispos pidieron por la suspensión de los fondos como parte de la demanda.
Los Servicios de Migración y Refugiados de la USCCB, una de las 10 agencias nacionales que trabajan con el Programa de Admisión de Refugiados de EE.UU. (USRAP, por sus siglas en inglés), proporcionan apoyo vital a los refugiados en sus primeros 90 días en los EE.UU., incluyendo servicios como la asistencia en la búsqueda de un hogar, de empleo, la matrícula de los niños a la escuela, y la ayuda con citas médicas y clases de inglés.
La suspensión de los fondos, que comenzó en enero, viene de una orden ejecutiva que requiere una investigación sobre el reasentamiento de refugiados.
El presidente de la USCCB, el arzobispo Timothy P. Broglio, de la Arquidiócesis Castrense de los EE.UU., expresó su preocupación por la conferencia y su situación actual con los refugiados que le fueron asignados por el gobierno.
Chieko Noguchi, representante de la USCCB, dijo a OSV News el 18 de febrero que la demanda presentada por la USCCB “cuestiona la suspensión de los fondos que se han utilizado para asistir a los refugiados y los que se han reasentado por décadas.”
Como se informó anteriormente, el sitio web de la USCCB afirma que Los Servicios de Migración y Refugiados “es la agencia de reasentamiento de refugiados más grande del mundo” y que, en colaboración con otras organizaciones afiliadas, reasenta aproximadamente al 18% de los refugiados que llegan a los EE.UU. cada año.
“Los refugiados son personas que han pasado por el proceso de selección e investigación de antecedentes por el gobierno de los Estados Unidos y que huyen de las dificultades y la persecución que se encuentran en sus países de origen para reasentarse en los Estados Unidos,” dijo Noguchi en un correo electrónico. “A lo largo de esta colaboración con el gobierno estadounidense, la USCCB ha ayudado a casi un millón de personas a encontrar la seguridad y a reconstruir sus vidas en los Estados Unidos.”
Según la Ley de Inmigración y Nacionalidad de Estados Unidos, los refugiados son personas que han abandonado sus países de origen y no quieren o no pueden regresar por razones de peligro o persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, grupo social u opinión política.
“Instamos al gobierno a que cumpla sus obligaciones legales y morales con los refugiados y a que restablezca los fondos necesarios para garantizar que las organizaciones religiosas y comunitarias puedan continuar esta labor esencial reflejando los valores de compasión, justicia y hospitalidad,” declaró Noguchi.