La campaña anual de nuestra diócesis

Estatua de San Vicente de Paúl, el santo patrón de nuestra diócesis, en la Cathedral of the Sacred Heart en Richmond. (Foto/D. Hunter Reardon)

Cuando el patriarca Jacob despertó de un sueño en el que veía una escalera que conectaba el cielo con la tierra, juró dar a Dios la décima parte de todo lo que tenía (Gn 28,12-22).

Hoy, ya sea que soñemos con escaleras o simplemente vivamos nuestra vida diariamente como católicos en la fe, el llamado a compartir generosamente nuestros bienes sigue siendo tan importante como lo fue aquella noche para Jacob en la Tierra Santa.

“La importancia de la campaña anual para la vida y el ministerio de nuestra Iglesia Católica no puede ser menospreciada,” afirmó Alex Previtera, director de desarrollo y operaciones de la Fundación Comunidad Católica. “La campaña anual ayuda a financiar los ministerios esenciales de la Diócesis de Richmond.”

Para el año 2025, queremos recaudar $4,676,409. Más del 90% de estos fondos irá directamente a los programas que benefician a los fieles de nuestra diócesis, incluyendo a los jóvenes, al clero y a los más necesitados.

Por ejemplo:

  • $550,000 se designará para la formación de seminaristas.
  • $335,000 se utilizará para los ministerios de la pastoral juvenil, de la pastoral jóvenes adultos, y las universidades.
  • $650,000 se designará al “Fuel and Hunger Fund” (para personas con situaciones de necesidad).
  • $300,000 se utilizará para el sustento de nuestros sacerdotes jubilados.
  • $1,073,744 se designará como fondos para nuestras parroquias con varias necesidades.

La colección para la campaña anual se programa para el inicio de la Cuaresma: el 8 y 9 de marzo, y el 15 y 16 de marzo.

San Pablo, en su segunda carta a los Corintios, nos enseña que la generosidad debe de ir en proporción con nuestra capacidad de dar: “Pues si hay prontitud de voluntad es bien acogida con lo que se tenga, y no importa si nada se tiene” (2 Co 8,12).

Para quienes pueden contribuir, San Pablo continúa diciendo: “El que siembra mezquinamente, mezquinamente cosechará; y el que siembra generosamente, generosamente cosechará,” y “Dios ama al dador alegre” (2 Co 9,6-7).

Previtera dijo que la campaña anual es una inversión en nuestra comunidad.

“Las contribuciones generosas a la campaña anual por parte de tantos fieles permite que nuestra diócesis responda de manera más efectiva a las necesidades urgentes de cada año, proporcionado los cimientos para la Iglesia del futuro,” Previtera concluyó.

 

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