CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — El estado clínico del papa Francisco permaneció “estable” el 2 de marzo, y el pontífice “no ha precisado ventilación mecánica no invasiva, sino sólo oxigenoterapia de alto flujo,” dijo el Vaticano en su boletín médico vespertino.
El papa, de 88 años, no tenía fiebre, dijo, pero “dada la complejidad del cuadro clínico, el pronóstico sigue siendo reservado.”
Por la mañana, dijo el Vaticano, el papa Francisco participó en una misa “junto a quienes le están cuidando durante estos días de hospitalización, y después ha alternado reposo y oración.”
El papa tuvo lo que sus médicos describieron como una “crisis aislada de broncoespasmo” el 28 de febrero, que le provocó vómitos y la inhalación de algunos de ellos, lo que llevó a la preocupación de que pudiera contraer otra infección. Los signos de una infección podrían haber incluido fiebre y un recuento elevado de glóbulos blancos, ninguno de los cuales estaba presente, dijo una fuente.
La crisis también obligó a los médicos a emplear ventilación mecánica “no invasiva” mediante una mascarilla; al día siguiente, podía alternar la mascarilla y la oxigenoterapia de alto flujo administrada a través de una cánula nasal.
Mientras continúa internado en el hospital Gemelli de Roma, el papa Francisco agradeció por escrito las oraciones de la gente, pero no se asomó a su ventana del hospital para el rezo del Angelus como algunos esperaban.
Jóvenes y miembros de la Casa de María, ambos grupos asociados a la Pontificia Academia de la Inmaculada Concepción, dirigieron la recitación de la oración del Ángelus el 2 de marzo alrededor de una estatua de San Juan Pablo II bajo la ventana del hospital del papa.
Un par de docenas de personas más y muchos fotógrafos y corresponsales de televisión se unieron a ellos.
La oficina de prensa del Vaticano difundió un mensaje del papa Francisco, de 88 años, con una breve reflexión sobre la lectura del Evangelio del día, pero también con una reflexión sobre su hospitalización desde el 14 de febrero con dificultades respiratorias y un diagnóstico de doble neumonía.
En su mensaje, el papa dio las gracias a sus médicos y a todos los profesionales sanitarios que le asisten.
Pero también dijo a la gente: “Siento en el corazón la ‘bendición’ que se esconde dentro de la fragilidad, porque precisamente en estos momentos aprendemos aún más a confiar en el Señor; al mismo tiempo, doy gracias a Dios porque me da la oportunidad de compartir en el cuerpo y en el espíritu la condición de tantos enfermos y personas que sufren.”
El papa Francisco expresó su gratitud “por las oraciones, que se elevan al Señor desde el corazón de muchos fieles de muchas partes del mundo: siento todo vuestro afecto y vuestra cercanía y, en este momento particular, me siento como ‘llevado’ y sostenido por todo el Pueblo de Dios.”
El papa aseguró a la gente que también rezaba por ellos, y dijo: “Rezo sobre todo por la paz. Desde aquí la guerra parece aún más absurda. Rezamos por la atormentada Ucrania, por Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán, Kivu,” en el este del Congo.
Giuseppe Perazzo fue uno de los primeros en llegar al hospital Gemelli para la oración del mediodía. En ese momento, el personal de seguridad del hospital estaba reordenando las flores, velas votivas y tarjetas que la gente ha ido dejando para el papa a los pies de la estatua.
Perazzo sostenía un gran cartel en el que animaba al papa Francisco a escuchar y obedecer a sus médicos.
“No es sólo el papa,” dijo Perazzo, “es también un hombre como nosotros. Es uno de nosotros, así que cuando le den el alta, yo también me sentiré mejor.”
Una pareja de la India que trabaja en Roma, que se identificaron sólo como Alice y Tommy, dijeron: “Hoy tenemos el día libre, así que hemos venido a rezar por el papa. Es una gran persona.”
Miguel Nascimento, un señor mayor que llevaba una gran cruz al cuello, se mantenía erguido mientras rezaba el rosario por el papa Francisco.
“Estoy aquí porque soy creyente,” dijo. “Fui monaguillo cuando era niño en Cabo Verde.”
Mientras la gente rezaba en el hospital, Matteo Bruni, director de la oficina de prensa del Vaticano, confirmó que el cardenal Pietro Parolin, secretario de estado vaticano, y el arzobispo Edgar Peña Parra, sustituto para asuntos generales de la secretaría, habían realizado su segunda visita al papa en el hospital.
Se esperaba un boletín médico actualizado por la tarde y estaba previsto que el cardenal Konrad Krajewski, prefecto del Dicasterio para el Servicio de la Caridad, dirigiera el rosario por el papa Francisco en la plaza de San Pedro.