El acto de contrición es una afirmación de la misericordia amorosa de Dios, dice el papa

Un sacerdote escucha la confesión del papa Francisco en la Basilica de San Pedro en el Vaticano. (CNS photo/Stefano Rellandini, Reuters)

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — La conciencia de un cristiano de ser pecador debe ser directamente proporcional a su “percepción del infinito amor de Dios,” dijo el papa Francisco.

“Cuánto más sentimos su ternura, más deseamos estar en plena comunión con Él, y más se nos hace evidente la fealdad del mal en nuestra vida,” dijo el papa en un discurso escrito para sacerdotes y seminaristas que asistían a un curso sobre la confesión ofrecido por la Penitenciaría Apostólica.

También asistieron a la audiencia del 8 de marzo sacerdotes cuyo ministerio principal es oír confesiones en las basílicas mayores de Roma. El texto del papa, que no fue leído pero se distribuyó a los participantes, se centró en el Acto de Contrición, la oración que los penitentes recitan durante el sacramento de la reconciliación.

La conciencia del amor y la misericordia de Dios, escribió el papa, nos empuja a reflexionar sobre nosotros mismos y nuestras propias obras, y a convertirnos.

“Recordemos que Dios nunca se cansa de perdonarnos y que nosotros nunca debemos cansarnos de pedirle perdón,” dijo.

El papa Francisco escribió que “es hermoso” cuando un penitente, recitando el Acto de Contrición, reconoce que Dios es bondad infinita y digno de ser amado sobre todas las cosas.

La oración significa que el penitente promete poner a Dios en el centro de todo, haciendo de Dios “el fundamento de todo orden de valores, confiándole todo a Él,” escribió el papa. Y hacer que el amor a Dios sea lo primero significa también amar a las personas y al planeta que Dios ha creado, buscando siempre lo mejor para ellos.

Al hacer su acto de contrición, los penitentes también dicen: Propongo firmemente con la ayuda de tu gracia no volver a caer en el pecado cometido y apartarme de las ocasiones de pecado.

“Estas palabras expresan una intención, no una promesa,” escribió el Papa Francisco.

“Ninguno de nosotros puede prometer a Dios que no volverá a pecar,” dijo, por lo que “lo que se requiere para recibir el perdón no es una garantía de impecabilidad, sino un propósito actual, hecho con recta intención en el momento de la confesión. Además, es un compromiso que hacemos siempre con humildad, como subrayan las palabras: ‘con tu santa ayuda.’”

Al confesar y buscar el perdón, escribió el papa, los penitentes reconocen que “Dios es misericordia; misericordia es su nombre, su rostro. Es bueno que recordemos siempre que todo acto de misericordia, en todo acto de amor, resplandece el rostro de Dios.”

La tarea de un sacerdote en el confesionario “es hermosa y crucial porque permite ayudar a tantos hermanos y hermanas a experimentar la dulzura del amor de Dios,” escribió a los sacerdotes y seminaristas. “Por eso, los animo a vivir cada confesión como un momento único e irrepetible de gracia y a dar generosamente el perdón del Señor con afabilidad, paternidad y, me atrevería a decir, con ternura maternal.”

El papa Francisco también les pidió que recen y ayuden a preparar a la gente para que la celebración del Año Santo 2025 “pueda ver florecer la misericordia del Padre en muchos corazones y en muchos lugares para que Dios sea siempre más amado, reconocido y alabado.”

 

Acto de Contrición

Dios mío, 
me arrepiento de todo corazón 
de todos mis pecados 
y los aborrezco, 
porque al pecar, no sólo merezco 
las penas establecidas por ti justamente, 
sino principalmente porque te ofendí, 
a ti sumo Bien y digno de amor 
por encima de todas las cosas. 
Por eso propongo firmemente, 
con ayuda de tu gracia, 
no pecar más en adelante 
y huir de toda ocasión de pecado. 
Amén

 

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