WASHINGTON (OSV News) — Una jueza federal dictaminó el 28 de julio que las clínicas de Planned Parenthood de todo el país deben seguir recibiendo reembolsos por los fondos de Medicaid, bloqueando así indefinidamente una disposición de la agenda legislativa del presidente Donald Trump que despojaría de esos fondos durante un año.
La Ley One Big Beautiful Bill, que promulgó puntos clave de la agenda legislativa de Trump en temas como impuestos e inmigración, incluyó una disposición que eliminaba los fondos a los proveedores de salud que también realizan abortos, pero solo por un año. Aunque no se le mencionaba en la disposición, Planned Parenthood, el mayor proveedor de abortos del país, presentó una demanda en respuesta, argumentando que los parámetros para eliminar estos fondos lo discriminaban.
La jueza federal de distrito Indira Talwani en Boston había concedido previamente temporalmente la solicitud de Planned Parenthood de una orden judicial preliminar mientras su demanda contra la administración Trump procede. Sin embargo, en una nueva orden del 28 de julio, Talwani extendió la orden judicial.
La orden anterior se aplicaba solo a algunas filiales de Planned Parenthood, pero la nueva se aplicaría a las clínicas de Planned Parenthood de todo el país.
Talwani escribió en la orden: “Es probable que los pacientes sufran consecuencias adversas para la salud cuando la atención se interrumpe o no está disponible.”
“En particular, restringir la capacidad de los afiliados para brindar servicios de salud amenaza con un aumento de embarazos no deseados y complicaciones asociadas debido al acceso reducido a anticonceptivos efectivos, y un aumento de ITS (infecciones de transmisión sexual) sin diagnosticar ni tratar,” escribió Talwani.
Marjorie Dannenfelser, presidenta de SBA Pro-Life America, argumentó en un comunicado: “Una jueza activista acaba de emitir un fallo lleno de falsedades sobre el gigante del aborto Planned Parenthood en un esfuerzo desesperado por seguir obligando a los contribuyentes a apoyar a las grandes empresas de aborto.”
Por otro lado, Alexis McGill Johnson, presidenta y directora ejecutiva de Planned Parenthood Federation of America, declaró: “Mientras este caso continúe, las pacientes de todo el país aún pueden acudir a su proveedor de confianza de Planned Parenthood para recibir atención médica a través de Medicaid.”
“Seguiremos luchando contra esta cruel ley para que todas las personas puedan acceder a anticonceptivos, pruebas y tratamiento de ITS, exámenes de detección de cáncer y otros servicios de salud esenciales, sin importar su seguro,” declaró Johnson.
Sin embargo, Dannenfelser argumentó: “Cada día que esta orden se mantiene vigente, Planned Parenthood continúa recaudando millones de nuestros impuestos, lo que propicia la terminación diaria de miles de vidas no nacidas y pone a las mujeres en un riesgo inaceptable de sufrir daños graves e incluso la muerte.”
“Las mujeres tienen mejores alternativas y alternativas más integrales, ya que los centros de salud comunitarios superan en número a los centros de Planned Parenthood en una proporción de 15 a 1,” afirmó. “Esperamos que la administración Trump detenga rápidamente esta guerra legal y restaure la histórica victoria lograda mediante la Ley One Big Beautiful.”
La ley federal generalmente prohíbe el uso de fondos de Medicaid para abortos.
Quienes apoyan que Planned Parenthood reciba fondos de Medicaid argumentan que la organización ofrece servicios de detección y prevención del cáncer, como pruebas de Papanicolaou y vacunas contra el VPH. Sin embargo, quienes se oponen argumentan que los fondos son fungibles y podrían utilizarse para facilitar abortos, por lo que se le debería negar a la organización el acceso a fondos públicos.
La Iglesia Católica enseña que toda vida humana es sagrada desde la concepción hasta la muerte natural y, por lo tanto, se opone al aborto directo.