ROMA (CNS) — El papa Francisco aprovechó las interrupciones causadas por los proyectos de construcción antes de la apertura del Año de Jubileo 2025 como una oportunidad para inspirar a los fieles a hacer unas transformaciones espirituales antes del jubileo.
En una tarde nublada el 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción, el papa Francisco fue al centro de Roma para continuar la tradición de rezar ante una estatua de María en lo alto de una columna cerca de la Plaza de España.
Ese día, al amanecer, los bomberos de Roma subieron casi 27 metros utilizando un camión y una escalera para colocar un anillo de flores blancas en el brazo extendido de María y ramos a sus pies, continuando una tradición romana que comenzó en 1949.
El papa Francisco llevó su propia cesta de rosas blancas con una cinta amarilla y blanca (los colores del Vaticano). Según su costumbre, recitó una oración a María ante los miles de romanos, visitantes y turistas.
“Madre, Madre Inmaculada, hoy es tu fiesta y nosotros nos reunimos en torno a ti. Las flores que te ofrecemos quieren expresar nuestro amor y nuestra gratitud,” rezó el papa Francisco. “Pero tú ves y agradeces, sobre todo, esas flores escondidas que son las oraciones, los suspiros, también las lágrimas, especialmente las lágrimas de los pequeños y los pobres. Míralas Madre.”
El papa Francisco dijo a la multitud que María sabe que las preparaciones para el Jubileo 2025 están causando “inconveniencias, y eso indica que Roma está viva, se renueva y busca adaptarse … para ser más acogedora y más funcional.”
El alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, estaba presente en la celebración de la Inmaculada Concepción. Gualtieri se ha visto criticado por la congestión y el tráfico causados por los grandes proyectos del Año de Jubileo, la mayoría de los cuales aún están incompletos. También se han sentido decepcionados los turistas que esperaban ver lugares turísticos y los han encontrado en proceso de construcción.
Dirigiéndose a María, dijo que su “mirada de madre” ve más allá del caos de la construcción. “Y me parece escuchar tu voz, [María], que con sabiduría nos dice: ‘Hijos míos, están bien estas labores, pero estén atentos, ¡no se olviden de las obras del alma!’”
“‘El verdadero Jubileo no está fuera,’” la imaginó diciendo, “está dentro: dentro de sus corazones, dentro de las relaciones familiares y sociales. Está dentro de quien necesita trabajar para preparar el camino del Señor que viene.’”
El papa imaginó la voz de María diciendo que “es una buena oportunidad para hacer una buena confesión y pedir perdón por todos los pecados. Dios perdona todo, perdona siempre, siempre.”
También pidió a la gente que rezara por el alcalde, “que tiene tanto que hacer.”
Con el lema “Peregrinos de esperanza,” el papa va a inaugurar el Año de Jubileo en la Basílica de San Pedro antes de la misa del 24 de diciembre. Como parte del Año de Jubileo, el papa abrirá una Puerta Santa en la cárcel Rebibbia de Roma el 26 de diciembre. La Puerta Santa de la Basílica de San Juan de Letrán se abrirá el 29 de diciembre; la de la Basílica de Santa María la Mayor, el 1 de enero; y la de San Pablo Extramuros, el 5 de enero.
Cuando el automóvil del papa se acercaba a la Plaza de España, una mujer saltó la barrera metálica de la calle, provocando la reacción de los guardias de seguridad. Ella forma parte de un grupo de mujeres que quieren que el papa condene las corridas de toros.
De regreso al Vaticano, el papa Francisco visitó el nuevo Museo del Corso de Roma, en el Palacio Cipolla, para contemplar la obra de arte llamada “Crucifixión Blanca” por Marc Chagall, que está expuesta hasta el 27 de enero. La oficina de prensa del Vaticano dijo que es una obra “particularmente querida” por el papa.
Nota del editor: Aunque la Solemnidad de la Inmaculada Concepción fue celebrada en Roma el 8 de diciembre, este año, se celebró el 9 de diciembre en los Estados Unidos.