(OSV News) — El papa Francisco rezó por las víctimas de un trágico derrumbe en una discoteca de la República Dominicana que cobró más de 200 vidas y ha provocado luto en todo el país caribeño.
En un telegrama del 9 de abril al arzobispo de Santo Domingo, Francisco Ozoria Acosta, el Papa envió sus condolencias a las familias de los fallecidos, y oró por el pronto restablecimiento de los heridos, mientras alentaba a todos “a perseverar en sus esfuerzos de ayuda y acompañamiento” de las personas afectadas por el derrumbe.
“El Santo Padre imparte a todos, por intercesión de la Bienaventurada Virgen María, consuelo a los afligidos (y) la confortadora bendición apostólica como signo de esperanza en el Señor resucitado,” decía el telegrama.
El techo de la discoteca Jet Set de Santo Domingo se derrumbó durante un concierto de merengue poco después de la medianoche del 8 de abril. El 10 de abril se elevó a 218 el número de muertos y a 200 el de heridos en el trágico incidente.
El famoso músico y cantante de merengue Rubby Pérez murió al cabo de una hora de actuación, cuando se derrumbó el techo, según The Associated Press. Otras víctimas fueron políticos y dos ex jugadores de béisbol de las grandes ligas, Octavio Dotel y Tony Blanco. El merengue es un vibrante género musical y forma de baile originario de la República Dominicana.
Los equipos de rescate, junto con perros rastreadores, se abocaron a buscar a las víctimas del terrible suceso entre los escombros de la discoteca, mientras las angustiadas familias de los desaparecidos se reunían en el lugar. Sin embargo, la búsqueda de sobrevivientes terminó el 10 de abril. Las autoridades dominicanas siguen sin saber qué provocó el derrumbe del techo de la discoteca.
En una declaración del 8 de abril, la Conferencia del Episcopado Dominicano expresó su pesar y ofreció sus oraciones. La declaración de los obispos también instaba a la gente a “mantener viva la esperanza” mientras los equipos de rescate se apresuraban a encontrar a los desaparecidos.
“Hacemos un llamado a la sociedad para que colaboremos con los organismos de socorro con acciones como: donar sangre, ceder el paso a las ambulancias, solo compartir informaciones de fuentes oficiales, orar por todos los afectados,” dijeron los obispos en su declaración.
El arzobispo de Boston, Richard G. Henning, cuya arquidiócesis cuenta con una gran cantidad de dominicanos, declaró el 9 de abril: “Con profundo pesar en el corazón, me uno al dolor que embarga al querido pueblo dominicano, especialmente a quienes forman parte de nuestra Arquidiócesis de Boston, ante la trágica pérdida de tantas vidas preciosas en el devastador accidente ocurrido la madrugada del martes en la ciudad de Santo Domingo.”
“En estos momentos de profunda tristeza, como Iglesia estamos llamados a permanecer unidos en solidaridad, oración y apoyo mutuo, recordando que el amor fraterno y la compasión son nuestras mayores fuerzas frente al sufrimiento y dolor,” expresó.
“Animo a mis hermanas y hermanos dominicanos a que, así como se distinguen por su contagiosa alegría, sean también reconocidos, hoy más que nunca, por su esperanza firme en Cristo Jesús y su espíritu de solidaridad como pueblo,” añadió el arzobispo Henning.