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MEDELLÍN, Colombia (OSV News) — La brutal agresión y abuso sexual de una religiosa en las afueras de Medellín, la capital del departamento de Antioquia, ha provocado la indignación de la Iglesia colombiana, que exige una investigación del ataque y lamenta los frecuentes actos de violencia contra las mujeres en el país sudamericano.
El horror de la comunidad religiosa comenzó la noche del 22 de enero, cuando una hermana de 31 años no acudió a cenar al refectorio y sus compañeras fueron a buscarla a un monasterio de la zona rural de Medellín. Tras casi una hora de búsqueda, encontraron a la religiosa inmovilizada con cadenas, cerca a una quebrada cercana al monasterio. La religiosa presentaba varios signos de agresión y tortura, incluso de carácter sexual. Los delincuentes también le robaron dos tarjetas de débito. La religiosa fue trasladada a un hospital y está siendo tratada en una unidad de cuidados intensivos. El equipo médico confirmó la naturaleza sexual del ataque. El 25 de enero, las autoridades de Medellín anunciaron que habían identificado a dos sospechosos y estaban tratando de encontrarlos.
En un comunicado del 25 de enero, la Conferencia de Religiosos de Colombia lamentó la tragedia, expresó su repudio ante este acto de violencia y expresó su plena solidaridad con la hermana y sus compañeras, quienes forman parte de las Hermanas Teresitas Contemplativas, una comunidad de claustro.
La carta decía que lamentaba que en la sociedad “sigan abriéndose puertas estas manifestaciones de violencia contra la mujer.” La conferencia pidió a las autoridades que realicen una investigación seria sobre la agresión, para evitar que se convierta en “un caso más que quede en la impunidad.”
“Consideramos que son abominables desde todo punto de vista cualquier abuso, agresión, maltrato o forma de violencia que se ejerza contra la mujer, especialmente, en nuestro caso, con las religiosas,” dijo el documento.
“Deseamos que el Señor le conceda una pronta recuperación y que el ayude a superar los traumas, dolores y profundas heridas que han quedado en su vida”, continuó la carta. “Sabemos y confiamos en que el Señor, a través de su Santo Espíritu, para sanando y devolviendo la salud a nuestra querida hermana y a toda la comunidad del Monasterio Santa Teresita.”