Capilla de La Habana restaurada y reconsagrada

El cardenal Juan de la Caridad García de La Habana concelebra una Misa de acción de gracias el 24 de abril de 2024, en la recién restaurada capilla del campus Santo Tomás de Villanueva en La Habana. El Arzobispo de Miami Thomas G. Wenski concelebró la Misa. (Foto OSV News/Cortesía Catholic Extension Society)

MIAMI (OSV News) – Lo que algunos llaman ahora la iglesia más hermosa de Cuba es una capilla universitaria católica recién restaurada en La Habana. Fue abandonada de manera imprevista durante la revolución cubana y en desuso por 60 años.

Han pasado 50 años desde que los estudiantes recorrieron el recinto de Santo Tomás de Villanueva. Han pasado 50 años desde que se celebró una misa en la capilla estudiantil situada en uno de los barrios suburbanos de La Habana. Fue fundada en 1946 por la orden religiosa agustina estadounidense con la ayuda de agustinos europeos.

Ahora, con el apoyo de Catholic Extension Society (Sociedad de Extensión Católica), y de donantes privados de los Estados Unidos y del extranjero, la antigua capilla de Santo Tomás de Villanueva ha sido totalmente restaurada y reconsagrada como parroquia de Santo Tomás de Villanueva y San Chárbel.

Recientemente, una delegación de obispos y sacerdotes de los Estados Unidos, incluso el arzobispo Thomas Wenski de Miami, viajó al distrito de Miramar en La Habana para la dedicación a fines de abril, tras años de planificación para restaurar tanto esta capilla como otras iglesias deterioradas en Cuba.

Hace más de una década, la capilla fue entregada a la Iglesia tras haber servido como un pequeño almacén para el gobierno cubano.

“Desde entonces, visité esta capilla en varias ocasiones, y estaba prácticamente en ruinas, con la estatua de Santo Tomás – sin cabeza – aún en pie delante del templo abandonado y sin mantenimiento,” dijo el arzobispo Wenski en su homilía durante una misa de acción de gracias celebrada el 24 de abril en la misma capilla.

“Esta capilla renovada y restaurada vuelve a ser un faro de luz para todos los que pasan por aquí,” dijo el arzobispo, y observó que la universidad de Santo Tomás de Villanueva ahora es St. Thomas University, una universidad en Miami afiliada con la Arquidiócesis de Miami.

“Agradecemos a Catholic Extension Society por su apoyo a los proyectos en Cuba, y que ha hecho posible esta obra por medio de la generosidad del padre Patrick O’Neill, ex presidente de la universidad de St. Thomas en Miami, y (quien) fue miembro de los fundadores agustinos de la universidad de Santo Tomás de Villanueva,” añadió.

En La Habana, el arzobispo Wenski estuvo acompañado por el padre O’Neill; el arzobispo de La Habana, cardenal Juan de la Caridad García; y el obispo auxiliar de La Habana, el monseñor Eloy Ricardo Domínguez Martínez.

Los planes para renovar la capilla del recinto universitario fueron redactados después de la visita del papa Francisco a Cuba en 2015. Una pequeña delegación de peregrinos de Miami y profesores de la universidad de St. Thomas recorrieron la propiedad y se preguntaron si la podría restaurar.

En aquel tiempo, la iglesia tenía unas pocas paredes y un techo mayormente deteriorado, con pocos muebles, ventanas, y arte religioso. Sólo el antiguo altar – cuya posición indicaba que fue construida antes del Concilio Vaticano II – y algunas estatuas desatendidas confirmaban que esto había sido una iglesia.

La antigua capilla de Santo Tomás de Villanueva en La Habana en 2016. (Foto OSV News/Tom Tracy)

Cuando el régimen castrista expulsó a los agustinos de Cuba en 1961, muchos agustinos estadounidenses salvaron la Eucaristía de la capilla y vinieron a Miami para fundar Biscayne College.

La universidad fue puesta debajo del patrocinio de la Arquidiócesis de Miami en 1988. St. Thomas es la única universidad católica patrocinada por una arquidiócesis en el sureste de los Estados Unidos.

Bajo el patrocinio de la Arquidiócesis de Miami, el nombre de la institución se cambió de Biscayne College a St. Thomas University para reflejar su herencia cubana.

El padre O’Neill de Miami explicó que Catholic Extension Society ha tenido la misión de apoyar las comunidades católicas afectadas por la pobreza por muchos años. Este proyecto en Cuba era uno de sus primeros proyectos fuera de los Estados Unidos.

Catholic Extension Society es una organización con un legado de 119 años sirviendo a las diócesis misioneras más pobres del país.

“Hace siete años vinieron a Cuba y visitaron a ocho diócesis en un solo día para conocer cuales eran las necesidades,” indicó el padre O’Neill.

“Los representantes iban continuamente para ver el progreso,” el padre O’Neill dijo. El progreso fue lento porque era difícil conseguir los materiales. “En aquella zona no había parroquia; esos muros habían servido de almacén.”

El padre O’Neill dijo que este proyecto era un servicio de amor honrando su herencia como sacerdote, educador agustino y presidente universitario. Su madre y su padre apoyaron la capilla cuando fue originalmente establecida en Cuba.

El sacerdote señaló que se había tomado la decisión de dejar la estatua de Santo Tomás de Villanueva sin cabeza como recuerdo del pasado. Ahora está acompañada por una estatua nueva de San Chárbel, un ermitaño maronita del siglo XIX.

El padre O’Neill informó que había una comunidad pequeña de maronitas del Medio Oriente en La Habana hace años. Un obispo católico maronita de México está interesado en apoyar la nueva iglesia.

Ahora la iglesia sirve a la comunidad vecina de las embajadas en La Habana.

“El cardenal (de La Habana) me dijo que esta iglesia puede ser la iglesia más bonita de Cuba,” comentó el padre O’Neill. Añadió que una iglesia nueva se distingue en medio de un país empobrecido.

Pequeñas donaciones del extranjero ayudaron a financiar el proyecto en un momento en que la economía cubana continúa en crisis debido a las políticas del régimen cubano, las sanciones comerciales vigentes, y las secuelas de la pandemia del COVID-19.

A Cuba también viajaron desde la Florida el obispo auxiliar de Miami, Enrique Delgado, y el padre Rafael Capó, vicepresidente de misiones de la Universidad de St. Thomas.

“La fe en Jesucristo es una luz que disipa las tinieblas, como rezamos en la Vigilia Pascual. Que esta capilla sea un faro de fe y de esperanza renovada para el pueblo de Cuba, y los ayude a saber que para Dios nada es imposible,” dijo el arzobispo Wenski en su homilía.

“Oremos como el papa Benedicto XVI cuando visitó (Cuba) en 2012,” dijo, citando las siguientes palabras del pontífice:

“Que Cuba sea la casa de todos y para todos los cubanos, donde convivan la justicia y la libertad en un clima de hermandad. El respeto y la cultivación de la libertad que laten en el corazón de cada persona son esenciales para responder adecuadamente a las exigencias fundamentales de su dignidad, y construir así una sociedad en la que cada persona se sienta protagonista indispensable del futuro de su vida, su familia y su patria.”

 

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