En medio de la división, Nuestra Señora de Guadalupe nos llama a todos a la unidad en Cristo, dicen los obispos de EEUU

Unas mujeres sostienen una imagen de Nuestra Señora de Guadalupe durante la audiencia general semanal del Papa Francisco en la Plaza de San Pedro del Vaticano el 13 de noviembre de 2024. (Foto CNS/Pablo Esparza)

(OSV News) — En un momento de la historia marcado por la división, varios obispos de Estados Unidos escribieron el 11 de diciembre que el patronazgo de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de las Américas, es “un poderoso recordatorio de que todos estamos llamados a ser uno en Cristo Jesús, comenzando desde el momento de nuestra concepción.”

En una reflexión publicada en la víspera de la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, que se celebra el 12 de diciembre, varios presidentes de comités de la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU. escribieron sobre la importancia que la Virgen de Guadalupe tiene para el país en estos tiempos – señalando que la Virgen María, bajo este título, tiene un “significado especial” para los inmigrantes, así como para los no nacidos.

“En este tiempo en que algunos de nuestros hermanos y hermanas sienten miedo y ansiedad,” escribieron, “recordamos las eternas palabras de Nuestra Señora a San Juan Diego: ‘No temas ninguna enfermedad, ni aflicción, ni ansiedad, ni dolor. ¿No estoy yo aquí, yo que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra y protección?'”

La fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe se celebra en honor de la aparición de María a San Juan Diego Cuauhtlatoatzin en cuatro visiones en 1531. Después de la cuarta visión, la Virgen dejó su imagen milagrosa en la tilma de San Juan Diego, un manto que aún se venera en Ciudad de México.

La reflexión de los obispos de EE.UU. fue escrito por el monsignor Mark J. Seitz, obispo de El Paso, Texas, y presidente del Comité de Migración de la USCCB; el monsignor Daniel E. Thomas, obispo de Toledo, Ohio, y presidente del Comité de Actividades Pro-Vida; el monsignor Eusebio L. Elizondo, obispo auxiliar de Seattle y presidente del Subcomité del Cuidado Pastoral de Migrantes, Refugiados y Viajeros; y el monsignor Joseph N. Perry, obispo auxiliar emérito de Chicago y presidente del Comité Ad Hoc contra el Racismo. La reflexión afirmaba que “a lo largo de la vida de nuestra nación, hemos visto en ocasiones manifestaciones inaceptables de prejuicio y odio, incluyendo en días recientes comunicaciones masivas dirigidas a personas de color y comentarios despectivos sobre las comunidades inmigrantes.”

“Con una sola voz clara, reafirmamos nuestro reconocimiento inquebrantable e incondicional del hecho de que toda vida humana es sagrada y que Dios ha dotado a cada persona de una dignidad inviolable, que ningún poder terrenal puede negar,” afirmaron los obispos. “Las ideologías perversas del racismo y la xenofobia son antitéticas a estas enseñanzas fundamentales de nuestra fe cristiana. Ninguna persona formada y comprometida con el Evangelio de la Vida puede albergar tales puntos de vista con buena conciencia.”

El FBI emitió un comunicado el 15 de noviembre diciendo que era “consciente de los mensajes de texto ofensivos y racistas” que se estaban enviando por todo el país, y que estaba “evaluando todos los incidentes denunciados.”

Concluyendo con una oración, los obispos invocaron a Nuestra Señora de Guadalupe para que traiga sanación y esperanza al mundo.

“Te suplicamos, Madre Santísima, que el mismo amor que irradiaste en presencia de San Juan Diego hace casi quinientos años penetre en el corazón de cada hombre, mujer y niño de nuestra nación, creando en cada uno de nosotros una profunda e implacable conciencia de nuestra humanidad compartida,” rezaron. “Intercede por nosotros ante tu Hijo, Jesús, quien nació de tu vientre para brillar como Luz del Mundo. Envuélvenos en el consuelo de tu manto, trayendo la paz, la esperanza y la sanación que tanto se necesita en nuestra época.”

 

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