El papa canoniza a 14 santos nuevos

El papa celebra la misa de canonización el Domingo Mundial de las Misiones en la Plaza de San Pedro en el Vaticano el 20 de octubre, 2024.(CNS foto/Lola Gomez)

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — El papa Francisco pidió a los fieles que tengan el anhelo de servir y no tener sed para el poder al proclamar la canonización de 14 santos.

“El vencedor no es el que domina, sino el que sirve por amor,” dijo el papa el 20 de octubre.

“Cuando aprendemos a servir, cada gesto de atención y cuidado, cada expresión de ternura, cada obra de misericordia, se convierten en un reflejo del amor de Dios,” dijo el Santo Padre. “Y así todos nosotros – cada uno de nosotros – continuamos la obra de Jesús en el mundo.”

El papa dijo que estos santos vivieron el camino de servicio de Jesús. “La fe y el apostolado que llevaron a cabo no alimentaron en ellos deseos mundanos ni ansias de poder, sino que, por lo contrario, se hicieron servidores de sus hermanos, creativos para hacer el bien, firmes en las dificultades, generosos hasta el final.”

El Domingo Mundial de las Misiones, en la Plaza de San Pedro, en medio del sínodo sobre la sinodalidad, el papa canonizó a las siguientes personas:

  • El misionero italiano Giuseppe Allamano (1851-1926) fundador de los Misioneros de la Consolata.

Giuseppe Allamano

  • Ocho frailes franciscanos, entre ellos Manuel Ruiz López, Carmelo Bolta Bañuls, Engelbert KollandNicanor Ascanio SoriaNicolás María Alberca TorresPedro Nolasco Soler MéndezFrancisco Pinazo Peñalver y Juan Jacob Fernández, y tres laicos maronitas – Abdel MoatiFrancis y Raphael Massabki – martirizados en Siria en 1860. Siete de los franciscanos eran españoles y uno austriaco. Los laicos maronitas eran hermanos de sangre. Fueron asesinados en la iglesia y convento de San Pablo de Damasco la noche del 9 al 10 de julio de 1860 por militantes.

Los mártires de Damasco

  • Madre Marie-Léonie Paradis, nacida en Canadá, fundadora de las Hermanitas de la Sagrada Familia. Nacida en L’Acadie, Quebec, en 1840, tuvo varios cargos como maestra en Canadá antes de ser enviada a enseñar en el orfanato de San Vicente en Nueva York. Murió en 1912 en Sherbrooke, Canadá.

Madre Marie-Léonie Paradis

  • Sor Elena Guerra (1835-1914), monja italiana fundadora de las Oblatas del Espíritu Santo. Según la página web del dicasterio, ella desarrolló “una devoción muy especial al Espíritu Santo” tras recibir el sacramento de la confirmación a los 8 años y durante su vida trató de difundir la devoción al Paráclito, especialmente en los días antes de Pentecostés.

Sor Elena Guerra

Decenas de miles de personas asistieron a la misa, incluso más de 300 cardenales, obispos y otros participantes en el sínodo sobre la sinodalidad que se celebró del 2 al 27 de octubre. Dignatarios de Canadá, España e Italia, entre ellos el presidente italiano Sergio Mattarella, asistieron a la canonización y a la misa.

En su homilía, el papa señaló que los santos nuevos son ejemplos inspiradores de “hombres y mujeres que sirvieron en el martirio y en la alegría” y que permanecieron como fieles servidores “a lo largo de la agitada historia de la humanidad.”

“Esto es lo que debemos anhelar: no el poder, sino el servicio. El servicio es el estilo de vida cristiano,” afirmó el papa.

Jesús escuchó a sus discípulos y les hizo preguntas que revelaron lo que realmente había en sus corazones, las “expectativas ocultas y los sueños de gloria” que cultivaban en secreto, dijo el papa. “A veces en la Iglesia viene este pensamiento: el honor, el poder.”

Pero Jesús les cambió la perspectiva revelando que no era el Mesías del poder mundano, dijo el papa. “Él es el Dios del amor, que se abaja para alcanzar a los humildes; que se hace débil para levantar a los débiles; que trabaja por la paz y no por la guerra; que vino para servir y no para ser servido.”

Las enseñanzas de Jesús sobre el servicio, dijo el papa Francisco, “a menudo son incomprensibles para nosotros, como lo eran para los discípulos. Pero siguiéndolo a Él, caminando tras sus huellas y acogiendo el don de su amor que transforma nuestra manera de pensar, también nosotros podemos aprender el estilo de Dios: el servicio.”

Servir a los demás “no se trata de una lista de cosas por hacer” que se pueden marcar y completar para que esa persona pueda decir que ha hecho su parte, él dijo.

El servicio no es un trabajo, no “se limita a producir para obtener resultados, no es una asistencia ocasional,” dijo el pontífice. Nace “del amor, y el amor no conoce fronteras, no hace cálculos, se consume y se da.”

Antes de dirigir el rezo del Ángelus después de la misa, el papa instó a los católicos a acompañar a los misioneros del mundo con sus oraciones y su apoyo integral. Estos hombres y mujeres “que, a menudo con gran sacrificio, llevan el anuncio luminoso del Evangelio a cada lugar de la tierra.”

Y, dijo, cada cristiano está llamado a participar en esta misión siendo testigos valientes y alegres del Evangelio en todos los aspectos de su vida.

“Seguimos rezando por las personas que sufren a causa de la guerra,” dijo, como “la atormentada Palestina, Israel, Líbano, la atormentada Ucrania, Sudán, Myanmar y todas las demás.”

El papa también hizo un llamamiento a los políticos de la región amazónica para que garanticen la protección de los pueblos indígenas de la Amazonía, incluso sus derechos fundamentales, “contra todo tipo de explotación de su dignidad y de sus territorios.”

El papa enfatizó la presencia de los representantes del pueblo yanomami en la misa, etnia indígena que vive en la selva entre Brasil y Venezuela. El segundo milagro necesario para la canonización de San Allamano se refería a un miembro de la comunidad, cuyo nombre es Sorino Yanomami, que había sido gravemente herido en la cabeza por un jaguar y sobrevivió.

 

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